La fisioterapia invasiva es una especialidad dentro de la fisioterapia que emplea técnicas mínimamente invasivas, utilizando agujas o electrodos para tratar lesiones musculoesqueléticas y mejorar el rendimiento y la función de los tejidos. Se diferencia de la fisioterapia convencional porque actúa directamente sobre tejidos profundos (como músculos, tendones y nervios) a través de la piel, con el objetivo de abordar problemas específicos de manera más precisa y eficaz.
Aquí tienes los aspectos clave de esta disciplina:
1. ¿Qué es la fisioterapia invasiva?
La fisioterapia invasiva implica técnicas que permiten alcanzar estructuras profundas del cuerpo, como músculos, tendones, ligamentos y nervios, donde se encuentran muchas de las causas del dolor y las disfunciones. Se utiliza principalmente para tratar condiciones crónicas, lesiones que no responden a tratamientos convencionales y para acelerar la recuperación en casos de lesiones deportivas.
2. Objetivos de la fisioterapia invasiva
• Aliviar el dolor crónico y localizado.
• Mejorar la función muscular y articular.
• Acelerar la recuperación en lesiones deportivas.
• Promover la regeneración de tejidos dañados.
• Reducir la inflamación en lesiones crónicas.
3. Principales técnicas de fisioterapia invasiva
Las técnicas de fisioterapia invasiva suelen dividirse en diferentes procedimientos que, aunque son mínimamente invasivos, requieren una formación avanzada para su realización. Las más comunes son:
• Punción seca: Es una técnica que usa agujas finas para tratar puntos gatillo miofasciales (nódulos de tensión en el músculo). Estas agujas se insertan en el músculo afectado para liberar tensiones y reducir el dolor. Es especialmente útil para problemas musculares crónicos como contracturas y espasmos.
• Electrólisis percutánea intratisular (EPI): Consiste en aplicar una corriente galvánica a través de una aguja fina en el tejido dañado. Esta corriente provoca una respuesta inflamatoria controlada, estimulando la regeneración de tendones, ligamentos o músculos. Es una técnica eficaz para tendinopatías crónicas, como las lesiones en el tendón de Aquiles o en la fascia plantar.
• Neuromodulación percutánea: Implica la inserción de agujas conectadas a un dispositivo de electroestimulación cerca de los nervios periféricos. Esto ayuda a reducir el dolor y a mejorar la función muscular, al modular la respuesta del sistema nervioso. Se usa para tratar condiciones de dolor crónico, como ciática o neuropatías.
• Acupuntura fisioterapéutica: Aunque se basa en el uso de agujas similar a la acupuntura tradicional, esta técnica se fundamenta en conocimientos anatómicos específicos de la fisioterapia y no en la medicina tradicional china. Se utiliza para el tratamiento del dolor y la mejora de la función muscular.
4. Condiciones tratadas con fisioterapia invasiva
La fisioterapia invasiva es especialmente útil para condiciones que afectan al sistema musculoesquelético, incluyendo:
• Tendinopatías: tendinitis crónicas, epicondilitis, tendinopatía del manguito rotador, entre otras.
• Dolor miofascial: puntos gatillo en músculos y fascia.
• Lesiones deportivas: desgarros musculares, contracturas, esguinces.
• Dolor de espalda y cuello crónico: lumbar, cervical y de la columna en general.
• Radiculopatías y atrapamientos nerviosos: síndrome del túnel carpiano, ciática.
5. Beneficios de la fisioterapia invasiva
• Precisión en el tratamiento de lesiones específicas.
• Alivio rápido del dolor en comparación con técnicas no invasivas.
• Menor uso de medicamentos analgésicos, lo que disminuye los efectos secundarios asociados.
• Mejoría en la funcionalidad de músculos y articulaciones, especialmente en lesiones crónicas.
• Reducción de la inflamación y el tejido cicatricial en tendones y músculos.
6. Consideraciones y seguridad
Aunque la fisioterapia invasiva es segura y bien tolerada cuando es realizada por fisioterapeutas especializados, existen algunos riesgos potenciales, como infección, hematomas o dolor temporal en el área de la punción. La técnica también está contraindicada en personas con trastornos de coagulación, pacientes con marcapasos (para técnicas que usan corriente) y áreas con infecciones cutáneas activas.